El nacimiento de la Conciencia de CRISTO
Gaia – nuestra madre, de ella, de la tierra, tenemos nuestro cuerpo.
El fin último, nuestra misión aquí en la tierra, es la reconciliación, la fusión de cuerpo y espíritu.
Esto puede hacerse sólo a través de la entrega total – de amor.
Lo masculino y lo femenino se reconocen a sí mismos como partes del UNO, de la totalidad y serán uno de nuevo.
En esta entrega incondicional EL CRISTO va a nacer.
A través de nosotros y con nosotros, la conciencia de Cristo se manifiesta en Gaia.
¿Qué significa eso en nuestra vida cotidiana?
Reconociendo las polaridades que nos separan.
¿por ejemplo, qué propiedades condenamos, cuales levantamos “en el cielo”?
Al aceptar incluso lo contrario, el otro polo (el “maldito”), a continuación, entenderlo y al desarrollar la compasión, llegamos finalmente al amor incondicional.
Un largo camino por recorrer pero vamos juntos, cada uno de nosotros tiene esta misión
La imagen muestra este proceso simbólicamente.
El cerebro de Gaia, con su lado masculino y femenino es UNO y viene por lo tanto al corazón que ahora se abre.
Cristo ha nacido – en nosotros – y – en este mundo.